El impago social
Por Denis Márquez
Secretario de Organización
Partido Independentista Puertorriqueño
Publicado en Periódico METRO 7/agosto/2015
El cuadro de las finanzas del gobierno cada día se torna más pavoroso, tétrico. La incapacidad administrativa del gobierno de la pava ha roto todos los records de ineptitud en la gestión pública. Las noticias diarias reportan que son cada vez menos los recaudos que los que se habían proyectado y que, sin embago, van en aumento los contratos a entidades y consultores privados para que repitan lo que por décadas diversos sectores venimos señalando sobre el endeudamiento público, sobre el control financiero de los mercados.
La más reciente noticia sobre el impago a los bonistas de la Corporación para el Financiamiento Público es otro ejemplo más de las consecuencias de décadas de políticas equivocadas. El impago de estos bonos es consecuencia de la insuficiencia fiscal del gobierno que pudo haberse evitado si las mal llamadas reformas contributivas -en vez de ir dirigidas a aumentar la carga contributiva a la clase media y trabajadora- se hubiesen dirigido a aumentar las contribuciones a las corporaciones foráneas. Una vez más, los que van a sufrir de forma inmediata este impago son, precisamente, aquellos sectores de residentes de Puerto Rico, como las cooperativas, que forman parte fundamental de nuestra economía y cuya filosofía económica y función social son tan necesarios en estos tiempos de crisis. La condición colonial de Puerto Rico, además, impide que se puedan establecer como prioridad mecanismos de pago a los inversionistas locales que son los más pequeños y de mayor vulnerabilidad.
Por otro lado, son preocupantes los reclamos de algunos grupos políticos y financieros que exigen cumplir con los grandes acreedores del mercado de valores a toda costa, pues esos reclamos vienen unidos a propuestas para eliminar protecciones sociales a los trabajadores, la reducción de jornadas, el empobrecimiento de su vida con reducciones salariales y para desreglamentar el despido. Proponen estos grupos la eliminación o reducción de servicios gubernamentales que vienen a recrudecer aun más la diversidad de problemas sociales que nos arropan.
Esta situación del impago de los bonos resulta ser un artículo más del amplio catálogo de impagos sociales de este gobierno y sus predecesores, cuatrienio tras cuatrienio. Son diversas las formas que cobran los impagos sociales: la crisis del sistema de agua potable no solo produce problemas a las familias, al comercio y las instituciones educativas, sino que es el más patético ejemplo de la clara ausencia de planificación urbana y de desprecio gubernamental a la protección de los recursos naturales y que ha provocado una clara indignación colectiva. ¡Cómo es posible que los terapistas de Educación Especial estén reclamando el pago que se les debe todavía por servicios que ofrecieron el pasado año escolar! Algunos no cobran desde marzo. El nuevo año escolar comienza en par de días con gran incertidumbre sobre la disponibilidad de estos servicios esenciales para los niños y niñas con diversidad funcional. Igualmente indignante es lo que ocurre con diversos profesionales de la salud que no reciben sus pagos por servicios prestados al sistema de reforma de salud.
No obstante, ante este cuadro de vicisitudes, de impagos y de traiciones tenemos que seguir viviendo y buscando alternativas de esperanza. Unos recurren a la ya constante emigración, aquí en la isla la gente compra todo tipo de producto para paliar la sequía, los maestros del sistema público, como siempre comienzan el año comprando materiales y acondicionando sus salones con el dinero de su propio bolsillo. Y a todo esto se suma un aumento al ivu como en una especie de "realismo mágico " del Macondo de Cien años de Soledad de Gabriel García Márquez.
Los ciudadanos tenemos que utilizar de la forma más efectiva posible la herramienta que tenemos accesibles, la de demostrarle a los responsables causantes de todos estos impagos, que no tendrán nuestro respaldo y que, por el contrario, le pagaremos con nuestro voto consiente y pensado a los candidatos alternativos que siempre han cumplido.