LOS INVISIBLES
Por Denis Márquez
Secretario de Organización
Partido Independentista Puertorriqueño
Publicado en METRO 11/septiembre/2015
En un intento de revivir el "sueño" colonial de las 936 y de sus consabidas propuestas para proteger a los grandes intereses, el Partido Popular no anuncia nada nuevo. Su mal llamado plan de ajuste fiscal no nos sorprende. Como de costumbre, se dedican a solicitar e implorar al gobierno federal que, selectivamente, no les apliquen algunas leyes federales. Y es que este "plan" no es otra cosa que el más reciente "tiro de gracia" a los trabajadores. Arranca derechos adquiridos, recorta servicios -en particular servicios médicos-, propicia nuevos cierres de escuelas, golpea el presupuesto de la universidad y resulta ser una especie de "enciclopedia" de neoliberalismo criollo
con voluminosos tomos sobre colonialismo boricua. Pero la frase que con mayor claridad describe todas estas políticas la tomamos en el Partido Independentista Puertorriqueño del economista, Dr. Francisco Catalá: "Este es el país que piensa que va a llegar al desarrollo llevando a niveles de subdesarrollo a la gente que vive en él".
Este "plan "no nos dice nada de las más de 50 mil familias que pueden perder sus hogares en ejecuciones de hipotecas, tampoco de cómo incentivar y promover la producción nacional de bienes y servicio; no atiende el grave problema de la baja participación laboral en Puerto Rico donde miles de familias no están activas en el mundo del trabajo hace ya varias generaciones y hay que cuestionarse cómo es posible pretender transformar una sociedad recortando, aún más, el presupuesto en el renglón de los servicios. Ni hablar de la inexistencia en esta propuesta de una política pública que atienda realmente la desigualdad social y económica, la atención de los altos índices de enfermedades mentales y de la drogodependencia, todos ellos factores que forman parte integral del grave problema de la violencia. Los síntomas de la grave crisis social son claros y la violencia de todo tipo en las comunidades, en la calle, en las escuelas es uno de los ejemplos más contundentes.
Para estos gobiernos los visibles son los privilegiados de siempre que sueñan con la aprobación de las enmiendas propuestas a las leyes laborales que han tirado al zafacón la histórica protección de las horas extras que provee la propia Constitución y que convertirían a los jóvenes en empleados desechables y con sueldos miserables. Los visibles son las grandes empresas a las que les reducirán los impuestos y lo son también los que vienen de la "'gran manzana" a hacer juego fútil de relaciones públicas imperiales sin sustancia y recordándonos que este gobierno, al igual que los anteriores, tiene gríngolas que solo les permite mirar al norte.
A los que tratan de invisibles, y lo son para ellos, es a los miles de trabajadores públicos a los que les extenderán por años las injustas condiciones de trabajo y salario, a los miles de puertorriqueños para los que la igualdad fundamental en servicios de salud es un espejismo, a los miles de universitarios afectados por la mutilación de ingresos a la universidad pública. Esa inmensa mayoría son los verdaderos acreedores del gobierno, con los que tiene una gran deuda que pagar de servicios, de justicia, de equidad. Pero estos gobiernos no tienen la más mínima capacidad ni voluntad para pagarla.
El partido de gobierno, entre otras cosas, enterró la discusión del problema colonial. En el Partido Independentistas Puertorriqueño hemos planteado que necesitamos una reforma contributiva integral y justa. Tenemos que rescatar el principio del mérito en el servicio público y acabar con el clientelismo político en el gobierno.
Para pagar las deudas sociales e históricas de este país tenemos que -de una vez y por todas, acabar con el colonialismo que impide cualquier posibilidad de desarrollo económico y nos tiene sumergidos en esta crisis social. El proyecto de país que nos proporcionaría un desarrollo óptimo solo puede darse bajo la independencia, que es el derecho inalienable de Puerto Rico.