NADA QUE CELEBRAR
Por Denis Márquez
Secretario de Organización
Partido Independentista Puertorriqueño
Artículo METRO 24/julio/2015
El 25 de julio de 1898 el ejercito de los Estados Unidos invadió Puerto Rico como parte de la Guerra Hispanoamericana, que a su vez respondió a la política expansionista e imperialista estadounidense. Como consecuencia, Puerto Rico pasó de ser colonia de España a ser colonia de Estados Unidos. Transcurridos más de cien años, esa condición política continúa siendo la misma. A principios del siglo XX los tribunales norteamericanos emitieron una sentencia en que establecieron que es en el Congreso de Estados Unidos donde radican los llamados " poderes plenarios " sobre sus colonias. Y así sigue siguen reafirmándolo en el siglo XXI como claramente refleja, por ejemplo, el conocido caso de la "quiebra criolla".
Después de la invasión y luego de décadas de explotación agrícola por parte de las empresas abstentistas norteamericanas, de persecución al nacionalismo puertorriqueño y a su figura principal, don Pedro Albizu Campos, de convertir la isla en una inmensa base militar, y ante el empuje del independentismo puertorriqueño, el gobierno norteamericano decide disfrazar la condición colonial enmendando sus leyes y creando la constitución del Estado Libre Asociado (ELA). Puerto Rico no logra con ello su verdadera soberanía, como claramente lo señaló el Dr Gilberto Concepción de Gracia: "la conclusión indiscutible es que a través de la llamada 'Constitución', el Gobierno de Estados Unidos no ha resuelto el problema de soberanía del pueblo puertorriqueño; no le ha concedido atributo alguno de soberanía; no le ha delegado poder alguno irrevocable para gobernar su vida". El ELA trajo consigo un crecimiento económico no planificado, creando economías artificales y abriendo aun más la brechas de la desigualdad. Basó su modelo en un supuesto desarollo industrial mediante un programa de "invitar" a industrias del extranjero que les otorgó privilegios contributivos, permitiéndoles -como ha sido siempre- que se llevaran de Puerto Rico millonarias ganancias con consecuencias apabullantes para el fisco de Puerto Rico. Bajo ese ELA fue que se abandonó y descuidó la agricultura provocando la crisis que vivivmos hoy, forzándonos a importar casi toda nuestra canasta de alimentos, mientras nuestros agricultores se han convertido en Quijotes de la tierra. La inestabilidad provocada por esa falta de básica autosuficiencia ha provocado la emigración masiva constante de miles de familas a través de la existencia del ELA colonial.
Durante la creación y la posterior puesta en marcha de su Carta de Derechos, todos los gobiernos colonialistas, a través de sus instituciones gubernamentales y en particular la Policía de Puerto Rico, llevaron a cabo una brutal y despiadada persecución política contra miles de independentistas y sus instiuciones. Ficharon, encarpetaron y les negaron sus derechos fabricando casos criminales y hasta llegando al asesinato. Ejemplo claro de ello son los asesinatos de Arnaldo Darío Rosado y Carlos Soto Arriví, que conmemoramos el próximo 25 de julio en el Cerro Maravilla de Villalba.
Luego de más de 60 años de existencia del ELA la gasolina de la colonia se acabó. Los últimos acontecimientos económicos demuestran el colapso y la quiebra colonial. En noviembre del 2012, los puertorriqueños le dijimos al mundo que no queremos seguir viviendo en una colonia. Latinoamérica, sus gobiernos, las Naciones Unidas reclaman el fin del colonialismo en Puerto Rico. Es el comienzo del final de la colonia, es necesario cambiar y restructurar el gobierno, sanear las finanzas públicas y acabar con su politización. No hay nada que celebrar el proximo 25 de julio.
Tenemos una gran responsabilidad con el presente y con las futuras generaciones para acabar con el colonialismo y dar comienzo a la reconstrucción nacional. Para ello son necesarios todos los poderes económicos y políticos de la independencia. Tenemos que poder mirar de frente a todos en el mundo y sentarnos de tu a tu en todos los organismos de las naciones libres. Se trata de poder hacer comercio internacional, de hacer intercambios sociales y culturales, de ser parte del conjunto de naciones libres. Esto es hacer con responsabilidad y calidad humana, con justicia y equidad. Es hacer libertad.