PARA ATRÁS... ¡NI PARA COGER IMPULSO!

denismarquezFondoBlanco

 

Por Denis Márquez
Secretario de Organización
Partido Independentista Puertorriqueño
Publicado en METRO
23/enero/2015

En este siglo XXI los cambios son vertiginosos y constantes. La situación del cambio climático, por ejemplo, preocupa a grandes sectores del mundo y estamos viviendo desde hace ya décadas los efectos de terribles irresponsabilidades, mientras las grandes potencias industriales contribuyen a su aceleramiento. Por otro lado, si bien los cambios en las tecnologías de la comunicación y la electrónica son los más evidentes, también deben serlo los que ocurren en otros sectores y ámbitos fundamentales de nuestra sociedad, como la lucha por la igualdad y la equidad. En algunos escenarios del mundo los conflictos sociales y las injusticias han abierto el paso a la transformación de nuevas estrategias políticas.

 

En Puerto Rico no hemos estado exentos de ciertos cambios. La demografía ha cambiado, la tecnología digital también nos ha marcado. Pero en otros aspectos de nuestra vida en común, como es el desastre de la administración del gobierno y las finanzas públicas, solo hemos tenido cambio de protagonistas.
En el tema de la descolonización de Puerto Rico ha habido algunos cambios importantes, como lo fue la afirmación de los puertorriqueños en noviembre del 2012 cuando la mayoría le dijimos al mundo, al gobierno de Estados Unidos y a todos los colonialistas que NO queremos seguir siendo un territorio de los Estados Unidos, que NO debe continuar el colonialismo en Puerto Rico. A raíz de ese resultado, desde el PIP, al igual que otros sectores, propusimos la Asamblea de Status como mecanismo de discusión y definición de alternativas de status no coloniales, para entonces presentarlas ante el gobierno de los EU y exigir de ellos una respuesta.

Los sectores más retrógrados del Partido Popular, más colonialistas, para los que el cambio es una amenaza a sus intereses particulares, han resurgido y han descarrilado la posibilidad de celebrar una Asamblea de Status. El principal protagonista de ello, el de siempre, el ex gobernador Hernández Colón, quien a las alturas del siglo XXI propone un plebiscito como burdo intento de tratar de revivir el ELA colonial. Todavía, y ya en el siglo XXI, habla de cambios dentro del contexto de la colonia, mendigando a estas alturas la "mayor autonomía posible sin alterar la naturaleza de esta relación". Es el deseo constante de seguir siendo esclavo, la máxima manifestación a estas alturas de no creer en las posibilidades de cambio, en no creer ni querer que Puerto Rico sea parte del mundo. Es seguir pensando que el ELA nos da todo. Es querer mantener a esta nación en la indefinición perpetua, pensar y querer continuar en un modelo colonial que nos ha llevado a la quiebra económica y social. Es su postura el más característico retrato de un colonizado.
Son tiempos estos de valentía, de asumir posturas transformadoras. Si queremos resultados diferentes no podemos seguir hablando de fantasías coloniales, como los llamados ELA mejorado o desarrollado, porque, no importa su nombre, nos seguirá mandado un gobierno extranjero. Este colonialismo que sufrimos día a día ha provocado que andemos en reversa mientras el mundo que nos rodea nos saca la milla extra y se transforma con relaciones interdependientes. Queremos la independencia, necesitamos la independencia para ponernos a la par con el mundo, para mirar al otro de igual a igual con entereza y aplomo. Y entonces, para atrás..., ni para coger impulso.