Adrián González Costa 20132

Patrimonio para Tod@s

Por Lcdo. Adrian González Costa
Publicado en Metro
18 septiembre 2015

El Viejo San Juan se caracteriza por su riqueza cultural, histórica y arquitectónica. Es el lugar predilecto de nuestra gente puertorriqueña a la hora de disfrutar un paseo y despejar la mente de la cotidianeidad que en estos días tanto nos agobia. Es un privilegio poder vivir en un país, en el que se puede disfrutar gratuitamente de una atracción de tal envergadura y a la vez un privilegio, como puertorriqueños, poder decir que el Viejo San Juan es parte de nuestro patrimonio nacional y cultural. Si somos privilegiados quienes admiramos la ciudad amurallada desde cierta distancia, pero con sentido de pertenencia, qué mayor privilegio que poder vivir en ella.

En estos días se ha estado discutiendo la posibilidad de que el Municipio de San Juan, a través de la Legislatura Municipal y la Alcaldesa, respondiendo al reclamo de residentes del Viejo San Juan, se cree algún tipo de legislación para poder asegurar una cantidad considerable de estacionamientos para uso exclusivo de éstos. Se trata de descartar el carácter público de algunas calles del Viejo San Juan y tornarlas en estacionamientos privados, gratuitos y exclusivos-a ciertas horas del día y ciertos días de la semana (todo el día y toda la noche). No hay duda de que el mayor problema que enfrenta un residente o un visitante al llegar al casco histórico es encontrar un espacio de estacionamiento disponible. Ahora bien, lo que pudiera significar el alivio a quien allí reside, puede significar el limitar el acceso al disfrute de lo que es de todos y todas.

Una de las alegaciones por parte de las autoridades municipales para defender esta ordenanza es la existencia de mecanismos similares en grandes ciudades del mundo en las que el gobierno garantiza espacios de estacionamiento a quienes allí residen. Ciudades como Barcelona, Boston y San Francisco cuentan con ordenanzas de este tipo. El problema con esta comparación es que en estas ciudades quienes gozan de estos privilegios pagan cuantiosas contribuciones a la ciudad o al estado por el valor que tienen dichas propiedades. Estos son vecindarios que conocemos como "vecindarios exclusivos". No queremos que el Viejo San Juan se convierta en un "vecindario exclusivo". Al contrario, el patrimonio histórico y cultural debe ser accesible a toda la ciudadanía, de forma inclusiva e integrada, ¿o acaso se pretende volver a la época de la ciudad amurallada?

Un aspecto fundamental a considerarse en torno a los efectos de la aprobación de una medida como esta, es el peligroso precedente que puede crear. Los residentes de Miramar y Condado (que confrontan problemas de flujo vehicular y estacionamiento) pueden solicitar la misma acción al Municipio, tendríamos entonces tres vecindarios exclusivos en la ciudad capital, eso es inaceptable y anacrónico. Comenzar una ola de privatización de calles-definidas en el Código Civil como bienes de dominio público-sería el Estado convirtiéndose en promotor del aburguesamiento (gentrification) de los vecindarios, en este caso la Alcaldesa de San Juan respaldada por la Legislatura Municipal. La opción para los compueblanos y compatriotas que visitan el Viejo San Juan, no puede ser pagar por disfrutar de lo que les pertenece. Uno paga por ir al cine, por ir a un parque de diversiones en la Florida, pero uno no puede pagar por ir al patio de su casa. Lamentablemente, el Viejo San Juan es el patio de las casas allí ubicadas y el patio de las casas de todos y todas. Sin mencionar que es el patio de los comercios allí ubicados y destino predilecto de turistas de alrededor del mundo. Es el patrimonio de los residentes, de los comerciantes, y de todas y todos los puertorriqueños, es el Patrimonio de tod@s.