denismarquezFondoBlanco

POLÍTICAS DE CASTIGO

Por Denis Márquez
Secretario de Organización
Partido Independentista Puertorriqueño
Periódico METRO 17/julio/2015

Todos los días surge algo que nos hace preguntarnos hasta cuándo tendremos que seguir escuchando y viviendo de acuerdo a la forma festinada en que el gobierno de Puerto Rico utiliza los fondos públicos. Uno de los ejemplos más recientes es el anuncio sobre la extensión del contrato a la empresa dirigida por la Sra. Donahue que continuará el proceso que a todas luces va dirigido a desmantelar a la Autoridad de Energía Eléctrica y que, como siempre, terminará perjudicando a los consumidores, nuestras empresas locales y a nuestros trabajadores.

 

Luego de décadas en que las administraciones de turno PPD o PNP utilizaran a la AEE como parte de sus comités políticos y de décadas en las que sus administraciones la llevaron a la pésima situación financiera en que se encuentra, la fórmula mágica del gobierno es entregar la corporación para que "otros" (entiéndase manos privadas con intereses muy particulares) decidan su futuro. Durante esas décadas diversos sectores del país desde organizaciones de empleados y de sindicatos de la Corporación, universidades, el Partido Independentista Puertorriqueño, entre otros, hemos estado señalando la necesidad de despolitizar esa corporación, de reestructurar su administración, de reformular su política sobre los subsidios así como de atender el estado de su infraestructura y de la búsqueda de alternativas ambientalmente limpias y modernas para generar energía.

Resulta obvia la necesidad de que -como parte de las gestiones económicas y sociales de un país- se observe, se analice, se consulte a profesionales expertos y se miren las experiencias de otros países. Con ello se tendría que buscar aprender, comparar y hasta cuestionar. Lo que nunca tendría que suceder es el ignorar el principal y fundamental valor de la variada cantera de talentos que tenemos en nuestra sociedad y que desde diversos escenarios han diagnosticado y han propuesto alternativas concretas y realizables a los diversos niveles de profunda complejidad de este problema. El pasado mes de abril, la Sra. Donahue compareció ante la Legislatura y la Senadora María de Lourdes Santiago señaló en aquel momento: "Hoy, después de un ejercicio legislativo tan publicitado, (y tras varios meses y el pago de 9 millones de dólares) no podemos decir que tenemos una visión más clara del rumbo que debe seguir la AEE". Y esto es así porque la Sra. Donahue solo habló de generalidades y no contestó las preguntas fundamentales de forma concreta ni dio respuestas de cómo se harían los cambios en las estructuras de administración de la AEE. Tampoco habló sobre cuáles serían en dólares y centavos los cambios tarifarios. No obstante, el síndrome de la entrega subordinada, el de las gríngolas enfocadas hacia el norte, las del colonialismo, no les permite a estos gobiernos creer en su gente ni realmente buscar alternativas de profundos cambios para profundos problemas.

La AEE, compuesta en su inmensa mayoría por hombres y mujeres que le han servido bien a Puerto Rico y en los momentos mas difíciles como consecuencia de desastres naturales, son al igual que miles de consumidores y otros servidores públicos los rehenes de esas nefastas administraciones. Hoy, al igual que nos espera en el resto del gobierno, sufre sus políticas de castigo a los sectores más vulnerables de la sociedad puertorriqueña, reflejo a las alturas del siglo XXI de las burdas visiones y modelos neoliberales. Estos gobiernos solo creen en la receta de cortar servicios, de cerrar escuelas, de privatizar agencias, de traslados onerosos de empleados, de rechazar el humanismo, de no creer en la justicia social y de amarrarse al inmovilismo. De todas esas políticas no hemos sido cómplices, ni lo seremos. No podemos justificarlas. Siempre estaremos listos para cooperar, actuar, participar en conjunto cuando se trate de alternativas de futuro siendo la primera y la principal, para atender todos los problemas fundamentales del país, la descolonización de Puerto Rico.