El mal manejo de desperdicios sólidos provoca graves problemas al medio ambiente, al urbanismo y a la salud pública ante los que han surgido acercamientos que empeoran la situación, lucrando en el camino a algún sector. El ejemplo más reciente es la propuesta incineradora de basura en Arecibo. Este incinerador pretende quemar más de dos mil toneladas de basura diaria en un área altamente poblada y cercana a fincas ganaderas. Tiene la intención de utilizar 2.1 millones de galones diarios de agua del Caño Tiburones, detenida hasta ahora por el DRNA. Establecer este incinerador reduce las alternativas de reciclaje que podrían generar nuevas empresas puertorriqueñas, cooperativas.
Otro de sus grandes problemas, como han señalado diversas organizaciones y expertos, es que emitirá al aire peligrosas sustancias. El proyecto producirá 500 toneladas diarias de cenizas tóxicas. Debemos señalar que, por un lado, cuanto más efectivo son los dispositivos para evitar que una parte de los compuestos tóxicos salgan al aire por la chimenea, más contaminantes serán las cenizas producidas por el incinerador. Si son enterradas en vertederos, sus componentes tóxicos pueden filtrarse al suelo y a las capas de agua subterráneas que son las fuentes que nos suplen.
La Junta de Calidad Ambiental, por su parte, avaló el deseo de Energy Answers, proponente del incinerador, de mantener en estricta confidencialidad el lugar final donde depositarán las cenizas. Y recientemente dio permiso para depositar en ciertos vertederos las peligrosas cenizas de carbón producidas por la planta de carbón AES de Guayama e incluso utilizarlas como cubierta diaria (tapar la basura). En estos momentos el vertedero de Ponce y especialmente el de Humacao, se han convertido, en la práctica, en vertederos tóxicos.
La Petición que la senadora María de Lourdes Santiago ha presentado en el Senado para que la Junta entregue toda documentación, información o estudio sobre la disposición final de las cenizas del incinerador cobra especial importancia. El poeta alemán Heinrich Heine dijo: "Allí donde se queman los libros, se acaba por quemar a los hombres". Mientras otras naciones del mundo invierten sus esfuerzos en desarrollar la industria del reciclaje, protegiendo sus recursos y generando miles de empleos, los gobernantes en Puerto Rico nos quieren amarrar a soluciones costosas y perjudiciales a la salud y a la vida de las personas. Por ello, de manera firme y sin titubeos hay que oponerse al incinerador en Arecibo.